29 Mar Ruta por el Barrio de Las Letras

CoolRooms Palacio de Atocha tiene la suerte de encontrarse en uno de los barrios más bonitos y castizos de Madrid. Nuestros vecinos son museos, tiendas de artesanía local, restaurantes y comercios centenarios y calles llenas de versos e historia. Por eso, hemos querido hacer nuestra propia ruta por el Barrio de Las Letras con todo lo que uno no puede perderse si se acerca a visitarlo.

1. Plaza de Santa Ana

Esta alegre y colorida plaza acoge multitud de terrazas donde disfrutar de un aperitivo o una comida bajo el cálido sol madrileño. Nos acompañan las estatuas de Calderón de la Barca y Federico García Lorca, dos indiscutibles genios de la literatura española. En esta amplia plaza se ubica además el Teatro Español, el teatro más antiguo del mundo en cuanto a representación continuada se refiere. ¡Y es que data de 1583! Al doblar la esquina de la calle Príncipe, nos encontraremos también con el Teatro de la Comedia, construido ya en el siglo XIX. Por otro lado, los amantes del flamenco encontrarán en el Tablao Villa Rosa el más viejo de Madrid. Cumple nada más y nada menos que 111 años y, tras su cierre durante la pandemia, está recobrando todo su esplendor artístico y musical.

2. Calle Huertas

Sin duda, la arteria principal del barrio. Esta concurrida calle está repleta de restaurantes, tiendas y, lo más llamativo, versos sobre el suelo. Si bien estos fragmentos de libros se encuentran realmente por todo el barrio, aquí es donde más se aprecian y donde, por fin en 2019, se incluyeron también textos de mujeres. Sobre el pavimento ya se puede leer a Emilia Pardo Bazán, Rosalía de Castro y María de Zayas Sotomayor. No deje de visitar Casa Alberto, una de las tabernas más antiguas de la ciudad (fundada en 1827), donde degustar todo tipo de platos típicos de la gastronomía madrileña.

3. Las viviendas de los escritores del Siglo de Oro

La fachada de la Casa-museo Lope de Vega en la calle Cervantes puede pasar desapercibida, ¡pero no debería! Además de tener un patio interior con un jardín que es un auténtico remanso de paz y naturaleza, esta casa alberga verdaderos tesoros históricos. El edificio es del siglo XVI y en él vivió Lope de Vega durante 25 años hasta su muerte en 1635. Si bien ha sufrido transformaciones y no se conserva tal cual estaba en la época del literato, su decoración y distribución están minuciosamente escogidas para representar fidedignamente una casa del Siglo de Oro. Varios museo españoles y colecciones privadas han contribuido a ello. Además, la visita es guiada y gratuita previa reserva, en español o en inglés.

Por cierto, en la misma calle, unos portales más arriba, se encuentra una placa conmemorativa que señala dónde estuvo la vivienda del célebre Cervantes. En el número 2 de la antigua calle de Francos vivió y falleció el más reconocido escritor español de todos los tiempos. Sus restos descansan en el cercano Convento de las Trinitarias Descalzas, en la calle Lope de Vega. Frente a este convento es, casualmente, donde vivió en 1620 otro de nuestros más afamados literatos: Quevedo. En el número 7 de la calle del mismo nombre se halla la placa conmemorativa respectiva. Como curiosidad, en este mismo inmueble vivió antes el escritor Luis de Góngora, quien se mantiene que tuvo una gran enemistad con Quevedo.

4. Ateneo de Madrid

Claramente un catalizador de la actividad política y cultural en el barrio, el Ateneo es una institución con origen en 1820, cuando se impuso en España el llamado Trienio Liberal. Su cometido era fomentar el debate y la discusión abierta entre las mentes ilustradas del país. Sufrió varios cambios de domicilio a lo largo de su ajetreada historia hasta encontrar su ubicación actual en el edificio modernista de la calle Prado. Su interior, difícil de visitar si no se es socio o se aprovechan las jornadas de puertas abiertas, es una auténtica joya. Especial mención merecen el Salón de Actos, el Salón Inglés y la biblioteca.

5. CaixaForum

Lo primero que llama la atención, y con razón, es su imponente jardín vertical. Este sirve de conexión entre el edificio de exposiciones, de estilo ecléctico, y el eje del Paseo del Prado, recientemente declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. De este hablamos en nuestro artículo 10 cosas imprescindibles que hacer en Madrid. CaixaForum es un punto de encuentro para el arte, la ciencia y la educación y, aparte de exposiciones, también organiza talleres, actividades para niños, visitas comentadas, conciertos, conferencias…

6. Serrería Belga

Este edificio, antigua serrería hoy convertida en un espacio cultural, constituye uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial que perviven en el centro de Madrid. Su fachada de la Plaza de Las Letras nos regala diferentes proyecciones visuales, mientras que su interior ha acogido hasta ahora talleres, exposiciones y proyectos colaborativos. Está previsto que abra como museo con obras de los fondos municipales del Museo de Arte Contemporáneo.

7. Comercios y restaurantes

Esta ruta por el Barrio de Las Letras no estaría completa sin hablar de sus tiendas y sus espacios gastronómicos. Desde los centenarios hasta los más nuevos, este barrio es una oda a la artesanía, la creación, la calidad, la gastronomía y el comercio local. La asociación de comerciantes Las Letras Street se encarga de la promoción y difusión del legado del barrio.

Librerías, galerías de arte, tiendas de moda, de decoración, de productos típicos de las diferentes zonas de España, tabernas, restaurantes, tiendas gourmet… Todo lo que uno pueda imaginarse lo puede encontrar en este pequeño rincón de la capital.

Entre sus establecimientos centenarios, además de los ya mencionados, podemos destacar la floristería El Ángel del Jardín, la tasca Casa del Abuelo, la fábrica de turrones Casa Mira, el restaurante Viva Madrid, la tienda Capas Seseña o la Farmacia Cervantes León.

8. Callejuelas y plazas

Calles estrechas y plazuelas escondidas caracterizan el inimitable entramado del Barrio de Las Letras. Aunque todas tienen algo especial ̶ ya sea una taberna, la última incorporación de specialty coffee, una fachada llamativa o una diminuta tienda de cerámica ̶ hemos querido recopilar nuestros rincones favoritos.

La plaza del Ángel, adyacente a la de Santa Ana, presume de uno de los locales más conocidos de música en vivo: el Café Central. La cercana calle de Álvarez Gato, casi un callejón, vio nacer el género literario del Esperpento. Aparece en la obra Luces de Bohemia de Valle-Inclán, hecho que se ha homenajeado con la apertura de un bar-restaurante en su nombre en la misma calle. Por su parte, las calles Príncipe, Echegaray y Ventura de la Vega ofrecen multitud de opciones gastronómicas. En la primera, además, se ubican Las Cuevas del Sésamo, un castizo local famoso por sus jarras de sangría. En los límites del barrio, la esquina del número 3 de la plaza de Canalejas nos ofrece uno de los torreones más peculiares de Madrid. Otra alternativa para los viajeros gastronómicos es la calle de Jesús, que termina en la plaza homónima, donde se halla la Basílica de Jesús de Medinaceli.

Una vez completada esta ruta por el Barrio de Las Letras, incluso aunque sea virtualmente, no es difícil imaginarse por qué el barrio ha sido bautizado con tal nombre. Un auténtico homenaje a todas las personalidades literarias que han pasado por sus calles y su historia, dejando una huella imborrable.